viernes, 27 de marzo de 2009

EL APRENDIZAJE MUSICAL; LAS CANCIONES PARA LOS NIÑOS

"La música es el placer que el alma experimenta contando sin darse cuenta de qué cuenta”. Leibnitz

El periodo de educación infantil (de 0-6 años) es ante todo, desde el punto de vista educativo, plenamente receptivo por lo que debemos aprovechar todas las posibilidades para estimular y motivar al niño y a la niña y desarrollar su potencial de aprendizaje.
Con la música se pretende que el niño y la niña disfruten de la actividad a la vez
que fomente su capacidad de expresión y comunicación. Al mismo tiempo irá conociendo, por medio de la música, las manifestaciones culturales y tradiciones de su entorno.
La música es el medio de poner al niño/a en actitud receptiva ante la expresión musical y sobre todo es una buen recurso para permanecer un tiempo junto con nuestros hijos e hijas compartiendo con ellos una actividad que les entusiasma. Pero no solo por que sisfruten de esta actividad es por lo que tenemos que trabajarla hy infinidad de beneficios y contenidos de los que podemos nutrirnos con ella.
Hasta los seis años, los niños están en el pleno descubrimiento de su cuerpo, por ello es interesante enseñarles que el cuerpo es el instrumentos más valioso, con el se pueden hacer infinidad de sonidos, al igual que con su voz, y que a través
del movimiento se pueden expresar multitud de sensaciones. Todos estos tipos se expresiones se pueden desarrollar en competencia con otras áreas, como pueden ser la expresión plástica o la expresión corporal.
El cuerpo es la fuente, el instrumento y la acción primera de todo conocimiento posterior; por ello es conveniente realizar actividades que favorezcan la toma de conciencia corporal, la contracción y relajación muscular, el estudio de actitudes estáticas, la utilización del espacio, la memorización de gestos, la ejercitación de reacción auditiva, la localización relativa del sonido y el desarrollo de las cualidades musicales.
Con la música se mejora la orientación espacial y temporal, la socialización, la creatividad, la espontaneidad, la perseverancia, la confianza en uno mismo, la concentración
, la seguridad, la atención, la adquisición del esquema corporal y, según fundamentados estudios, también la memoria verbal de los niños. En definitiva, la capacidad de aprendizaje.

Si hablamos del cole y la música podemos decir que en estas edades existen tres grandes ámbitos de conocimientos y experiencias:
Identidad y Autonomía Personal, Medio Físico y Social y Comunicación y Representación.
En todos ellos la música es esencial y colaboradora.A través de la expresión musical
van controlando su propio cuerpo, sus posibilidades de expresión, intervención. (Identidad y autonomía personal) A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza; se sienten comprendidos al compartir canciones; amplían su mundo de relaciones sociales ofreciéndoles la posibilidad de participar en contextos distintos y más diversos que los habituales; favorece un clima de ayuda, colaboración, aceptación, respeto a la diversidad...
Con la música pueden reproducir los sonidos que escuchan a su alrededor revalorando la materia sonora del medio que los rodea, crear ritmos, movimientos... (
Medio Físico y Social).La música les ayuda a expresar libremente sus afectos a través de los sonidos, del movimiento, facilita la integración en el grupo social al que pertenecen al aprender la manifestaciones musicales de su entorno... Con ella toman conciencia de sus sensaciones, emociones, interrogantes, adquieren sentimientos respeto, interés... por las características de los miembros del grupo...
Comunicación y Representación: Gracias a la música pueden representar e interpretar utilizando soportes expresivos como son la voz, el propio cuerpo, el gesto o determinados trazos gráficos. Los niños participan de forma individual o grupal en producciones sonoras y musicales tradicionales: canciones, juegos rítmicos, danzas infantiles...
La adquisición en el dominio del lenguaje oral y musical van parejas en muchos procesos. El dominio de escuchar, mirar, retener, sentir, reproducir e inventar que progresivamente van adquiriendo los niños y niñas, va a servir para plantear juegos y actividades musicales de mayor complejidad.
La sensibilización audioperceptiva y la coordinación progresiva de los movimientos de todas y cada una de las partes del cuerpo, proporcionarán a los niños las primeras vivencias acerca de los elementos musicales y les llevarán a expresarlas a través de ruidos, sonidos, canciones, danzas...
Es favorable que mantengan contacto con las diversas experiencias sonoras del mundo que les rodea y así se facilitarán situaciones en las que puedan interiorizar los sonidos y ritmos que se producen en su propio cuerpo o a través de él. Con estas experiencias se irá desarrollando la sensibilidad sonora de los niños, su capacidad de discriminación, memoria auditiva...
Con los juegos los niños/as se expresan a través de la voz, el movimiento, los objetos sonoros e instrumentos... La experiencia lúdica es un marco idóneo para que utilicen sus recursos expresivos sonoros en distintos contextos, con distintas intenciones..
. De esta forma los van seleccionando, ajustando, estructurando y coordinando mejor. Con diversas actividades que les propongamos pueden ir adaptando sus movimientos corporales a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico corporal.
La audición activa de diferentes y variadas obras con actitud relajada y atenta, va aproximando a los niños a las distintas manifestaciones musicales y sus primeras valoraciones, expresando sus preferencias por escuchar determinadas piezas.

El tratamiento de la voz encuentra en la
canción su principal marco de desarrollo. En ésta se debe cuidar la entonación, el control de la respiración, la vocalización, la adecuación rítmica de la interpretación... La canción se puede apoyar con gestos, palmadas y movimientos. Los cantos grupales posibilitarán la coordinación con el grupo de iguales, el volumen y el ritmo en conjunto, el acompañamiento con instrumentos sencillos...
Los niños al explorar, manipular, van descubriendo las posibilidades sonoras y expresivas de su propio cuerpo, los objetos del entorno (instrumentos de la clase)... Todo ello contribuye a potenciar los procesos de sensibilización, discriminación y memoria auditiva. La reproducción e improvisación de sonidos y ritmos con la voz, los instrumentos son muy motivadoras para los niños de infantil.

La música y la inteligencia emocional: La inteligencia emocional también se puede educar a través de la música. Por ejemplo, cuando nosotros estamos escuchando una obra, podemos identificar nuestras propias emociones. Algunos días preferiremos escuchar unas obras determinadas y otros días cambiaremos completamente según nuestro estado de ánimo. Es posible identificar el tipo de emociones que nos quería trasmitir el compositor que creó esa obra o el músico que la esté interpretando en ese momento.
La música es un buen vehículo para dejar aflorar las emociones. Ellas están presentes en nuestra conciencia y es bueno saber detectarlas, etiquetar correctamente nuestros propios estados emocionales, regularlos (hacer uso de nuestra capacidad de control) y aprovecharlos constructivamente. Posteriormente se pueden aplicar las mismas estrategias a los estados emocionales de las personas que nos rodean.
La música proporciona claves para el mejor crecimiento, desarrollo y evolución del ser humano. Ella nos habla íntimamente a cada uno de nosotros y
su campo de expresión no conoce límite alguno: puede expresar tragedia, serenidad, alegría, tristeza...
La persona es alguien en constante hacerse a partir de sus propios actos, que va concretándose en una manera de ser y actuar cada vez más definitiva, pero siempre con posibilidad de mejora o perfeccionamiento. La música nos permite adentrarnos en el conocimiento de nosotros mismos y de los demás, en la comunicación con nuestros semejantes, en la apreciación del mundo y de sus manifestaciones...
Cuando escuchamos música es importante tener en cuenta el estado emocional. Existen muchos juegos dedicados a los niños en los que se utiliza la música para enseñarles a comunicarse en un nivel profundo y gratificante, ayudándoles de este modo a salvar el intrincado laberinto de las relaciones con los demás.
Podemos trasmitirles muchos valores al jugar con la música. La educación que éstos reciban nunca estará libre de valores. Si educar es dirigir, formar el carácter o la personalidad, llevar al individuo en una determinada dirección, la educación no puede ser neutra.

Pero,...
¿qué beneficios tiene la canción en si?
Todos recordamos canciones de nuestra infancia, aquélla que nos cantaba nuestr
a madre o la que aprendimos en el colegio. Nuestros hijos también necesitan aprender canciones, y no sólo porque sean bonitas o divertidas, sino también para mejorar intelectual, emocional y físicamente. A veces utilizamos las canciones para que nuestro hijo no se aburra, pero seguramente ni nos damos cuenta de todo lo que estamos aportando.
La canción, además de ser uno de los recursos lúdicos que tenemos más a mano y disponible en cualquier momento, es un importante instrumento educativo. Puede utilizarse para conseguir distintos objetivos, pero siempre, siempre, hace que el camino para llegar hasta ellos sea un camino fácil y divertido de andar.
· Desarrolla el oído musical de nuestro hijo, lo que facilita su introducción al mundo de la música y le ayuda a reconocer y distinguir los distintos sonidos que nos acompañan en nuestra vida cotidiana. Hay canciones, sobre todo dirigidas a los más pequeños, en las que aparecen onomatopeyas o sonido
s conocidos por el niño; cantar este tipo de canciones les ayuda a identificar estos sonidos cuando aparecen en contexto. Por ejemplo, canciones en las que se habla de un despertador (tic-tac, tic-tac, ¡RIIIIIING!) o de un tren (PIIII-PIIIII, chucu-chucu-chucu...).
· Favorece la expresión artística. A menudo podemos ver, en las clases de niños de 5 o 6 años, una pared llena de dibujos elaborados a partir de las audiciones de las canciones y en los que se reflejan elementos o motivos que aparecen en las letras. La canción Tengo u
na muñeca o Barquito chiquitito son ejemplos de canciones que se pueden emplear con esta finalidad.
· Ayuda a anticipar, organizar y sincronizar el movimiento. Bailar, dar palmas o caminar al ritmo de una canción son actividades que trabajan ritmo y movimiento conjuntamente.
· Acompañar el canto con algún instrumento ayuda a la estimulación del tacto, ya que no todos los instrumentos se tocan de igual manera ni dejan la misma sensación en las manos. Resulta divertido y enriquecedor seguir el compás de una canción con un triángulo, un xilófono o una pandereta.
· Desarrolla la imaginación y la capacidad creativa. Canciones como Carrascas o Muriéndose de risa ofrecen elementos suficientes para desarrollar la imaginación y la capacidad creativa de nuestro hijo. Son un tipo de canciones que, igual que algunas otras, ofrecen la posibilidad de ir añadiendo estrofas. Es entretenido y divertid
o cambiar la letra de una canción o inventarse estrofas haciendo referencia a nuestra casa, a lo que hacemos cada día o a nosotros mismos.
· Refuerza la memoria. Un aspecto muy importante que trabajan las canciones es la memoria; algunas estructuras lingüísticas se fijan más fácilmente en la memoria acompañadas de música. Un claro ejemplo de esto es la forma en que muchos aprendíamos las tablas de multiplicar, ¿cuántos no recordamos la entonación que acompañaba a la tabla?
· Ayuda en el tratamiento de los problemas de lenguaje. Algunos niños tienen problemas de pronunciación u otro tipo de problemas o retrasos en el aprendizaje del lenguaje. Gracias a las canciones, el niño trabaja sus dificultades sin que esto suponga un gran esfuerzo para él. Imaginemos un niño con problemas de pronunciación de l
a 'jota'; podríamos utilizar alguna canción como En el balcón de palacio, por sus repetidos "ji-ji, ja-ja", para trabajar ese fonema.
· Ayuda a exteriorizar las emociones. Una canción nos permite llegar hasta el corazón de nuestros hijos. A veces podemos adivinar su estado de ánimo oyendo las canciones que escoje espontáneamente. La musicoterapia trabaja mucho en este sentido, no sólo para hacer un diagnóstico del niño sino también para tratar de mejorar su estado emocional con la ayuda de la música y las canciones.
· Facilita las relaciones sociales con los demás. Gracias al canto coral, es decir, a cantar con otros niños, nuestro hijo aprende a relacionarse con sus compañeros. En ocasiones podemos ver cómo
No debemos olvidar que las canciones populares son una valiosa fuente de aspect
os culturales. Con ello queremos decir que enseñar una canción a un niño es mostrarle un elemento más de la sociedad en la que vive, y por lo tanto le ayuda a integrarse mejor en ella. Hay muchas canciones que pertenecen a una fiesta o tradición concreta del año, por ejemplo los villancicos de Navidad. Cantar estas canciones se convierte en un referente cultural muy importante para el niño.
Animémonos, pues, a cantar; a recordar aquellas canciones que cantábam
os en nuestra infancia; a sentarnos con nuestro hijo y cantar las canciones que ha aprendido en la escuela; en definitiva, a compartir un espacio de música y alegría.
los niños cantan juntos una canción o se enseñan las estrofas que se saben, etc. ¿Qué decir de las innumerables canciones que llegamos a cantar a coro en cada excursión?



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigo tu blog con el google reader desde hace tiempo ya, me encanta tu blog pero esta entrada me ha gustado mucho.
Me gustó mucho la parte en la que hablas de inteligencia emocional, voy a averiguar más en la web, pero si me hicieras el favor de poner más información sobre eso te lo agradecería mucho.